sábado, 18 de diciembre de 2010

PRIMER DÍA

Hoy fue mi primer día en el trabajo. Cuando corté con Alan entré en crisis depresiva, tenía las emociones a flor de piel, y me sobrepasé en algunos tratos con empleados de la anterior oficina. Lo bueno fue que no me echaron, sino que me sugirieron renunciar. Digamos que me fui honrada.
Tarde mucho en sobreponerme, pero entendí que la única opción para mejorar era salir de casa. Mamá hizo contactos con antiguos "amigos" que tenía y me metieron en la redacción de una revista. Atendiendo teléfonos.
Así que ahí estaba yo: con un look oficinista, perfume importado suave, mi agenda personal y una sonrisa agradable y cálida. La vida me ha enseñado que todo entra por los ojos. En el caso de las personas videntes obvio, supongo que en las no videntes será por el oído.... (mierda, tengo que leer mejor las páginas de autoayuda a las que suelo frecuentar).
Recuerdo haber escuchado una vez en un curso de Recursos Humanos que hice que es bueno empezar el día con una buena frase de aliento a los empleados. Así que me tomé el atrevimiento de entrar en la sala de reuniones de la empresa y escribir mi frase cabecera en la pizarra blanca.
"Fija tus ojos hacia delante en lo que puedes hacer, no hacia atrás en lo que no puedes cambiar. Tom Clancy"
Por fin había encontrado un lugar en donde podía demostrar mi talento, humildad, solidaridad, profesionalidad....
-Mierda Guzman, ¿no sabés quién entró a la sala de reuniones? Alguna conchuda escribió una frase de mierda en al pizarra con FIBRON FIJO y ahora no sale.
-No señor. ¿Le llevó un café?

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