jueves, 31 de marzo de 2011

Yo soy la causa de mi soltería

Estando soltera me di cuenta que hay una serie de cosas que hacen que los hombres decidan seguir dejandonos solteras. Obviamente hablo desde la experiencia.

Un error recurrente al que suelo caer es decirle al hombre cuando apenas lo conozco, que sólo busco una relación basada en el sexo salvaje, encuentros a escondidas y que el anillo que lleva en su anular lejos de preocuparme, me excita. El chabon agarra vuelo. Y a la semana yo ya me enganche, lo estoy llamando cada dos horas para escuchar su voz, y le hago una escena de celos cuando leo que en el celular me tiene agendada como "Lisandro trabajo"

Es así como en la primer cita que tuve con un hombre de 35 años el sabado pasado -hermano de mi psicóloga- me le planté antes del postre y le cante la posta. "Mira Mario, yo ya estoy pisando los treinta (acá mentí, ya tengo hasta la cadera embarrada con los treinta), así que no busco boludeos. Quiero salir seis meses, casarme, tener dos hijos por cesárea: el primero varón y la segunda mujer. Después te me haces la vasectomía, porque a mi no me pinta ligarme las trompas. Nos buscamos un departamentito en algún barrio cerca del centro. Me ayudas a comprarme un auto, así somos bastante independientes uno de otro. Bueh, en fin, dame un beso para ver si pegamos onda y agilizamos la cuestión"

A Mario no lo vi más, y mi psicóloga me pidió que deje de ir una vez por semana al consultorio, y empiece a hacerlo tres veces.


ROMA

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