Todas mis sospechas fueron confirmadas: Alan -mi ex- se iba a mudar a un departamento de dos habitaciones con su nueva novia. Bueno, no todas las sospechas, según hasta lo que sabían los amigos en común "Rebeca" -la pibita- no estaba embarazada... pero conociendo la fertilidad, rapidez y capacidad de copulación de Alan, no tardaría en convertirse en una primeriza.
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Lo había averiguado todo: iban a vivir en un cuarto piso, departamento B, con balcón, cocina americana, dos habitaciones, baño y toilette. Lindo, sobre una avenida. Lo único feo era el color blanco de las paredes. Obviamente a Alan le debe haber fascinado, él ama la pureza, limpieza y simplicidad en todas sus expresiones.
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Esa tarde llegué a casa emocionada. En la cocina estaba Sil terminando de completar el crucigrama de la revista en la que trabajamos -cuando no sabemos la respuesta, llamamos al que los hace para que nos de una mano-
-Roma, Pablito ya no me contesta el celular y no tengo la más pálida idea de cuál es el "puerto Finlandés" de tres letras.
-"Ulu", ya lo llamé yo. Pero sentate y escuchá bien que ésto es importante. ¿Te acordas mis sospechas sobre Alan? Las confirmé
- Es gay????
-No, esas no. Las nuevas. Se muda con su nueva novia a un departamento de dos habitaciones en una avenida. ¿Te das cuenta?
-Dos habitaciones? Para qué?
- Para poder embarazar a la veinteañera con la que está, sin padecer el remordimiento de no tener donde hacer dormir al bebé. Alan siempre fue precavido y con una postura muy en contra del hacinamiento. Lo que más bronca me da, es que está cumpliendo todos mis sueños.... y sin mí. Pero yo voy a llegar mucho más alto.
- ¿Qué pensas hacer?
-Fácil. Nos mudamos al 6 C del mismo edificio. Lo acabo de señar, la semana que viene nos lo entregan. Para que de una buena vez por todas, ese hijo de puta entienda que no solo que ya lo olvide, sino que siempre voy a estar dos escalones más arriba que él... O dos pisos, en este caso.
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Lo había averiguado todo: iban a vivir en un cuarto piso, departamento B, con balcón, cocina americana, dos habitaciones, baño y toilette. Lindo, sobre una avenida. Lo único feo era el color blanco de las paredes. Obviamente a Alan le debe haber fascinado, él ama la pureza, limpieza y simplicidad en todas sus expresiones.
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Esa tarde llegué a casa emocionada. En la cocina estaba Sil terminando de completar el crucigrama de la revista en la que trabajamos -cuando no sabemos la respuesta, llamamos al que los hace para que nos de una mano-
-Roma, Pablito ya no me contesta el celular y no tengo la más pálida idea de cuál es el "puerto Finlandés" de tres letras.
-"Ulu", ya lo llamé yo. Pero sentate y escuchá bien que ésto es importante. ¿Te acordas mis sospechas sobre Alan? Las confirmé
- Es gay????
-No, esas no. Las nuevas. Se muda con su nueva novia a un departamento de dos habitaciones en una avenida. ¿Te das cuenta?
-Dos habitaciones? Para qué?
- Para poder embarazar a la veinteañera con la que está, sin padecer el remordimiento de no tener donde hacer dormir al bebé. Alan siempre fue precavido y con una postura muy en contra del hacinamiento. Lo que más bronca me da, es que está cumpliendo todos mis sueños.... y sin mí. Pero yo voy a llegar mucho más alto.
- ¿Qué pensas hacer?
-Fácil. Nos mudamos al 6 C del mismo edificio. Lo acabo de señar, la semana que viene nos lo entregan. Para que de una buena vez por todas, ese hijo de puta entienda que no solo que ya lo olvide, sino que siempre voy a estar dos escalones más arriba que él... O dos pisos, en este caso.
ROMA
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