martes, 8 de febrero de 2011

UNA EXPLICACIÓN CUASI CIENTÍFICA

La verdad es que, tanto a mi como a Sil, nos había dejado bastante consternadas la revelación sexual de Bruno. Una lo termina entendiendo: siendo tan linda la pija cómo no caer debajo de sus efectos narcóticos. El tema era: ¿qué estamos haciendo mal las mujeres para que los hombres ya no decidan comer de nosotras, y empiecen a comerse entre ellos? ¿Nos estaremos poniendo magras? ¿agrias? ¿O acaso es el curso natural del mundo, y la próxima especie en extinguirse seremos nosotras? ¿Lo habrá pronosticado Darwin? ¿Darwin habrá sido puto también?. Altamente consternadas estábamos. Consternadas y comiendo pororó.
-Si lo pensas bien Roma, el clítoris es una pija no desarrollada...
-Vos decís -como pororo- que- como pororó- todas en definitiva -como pororó- somos casi hombres?
-No se si es que somos casi hombres, pero fuimos pensadas para ser hombres. O sea, a ver si me entendes, los seres humanos nacieron para ser putos!
Consternación absoluta.
Era muy fuerte la verdad a la que habíamos llegado. Bien podríamos escribir un tercer o cuarto testamento, otra teoría de la evolución, conformar grupos de investigación... Pero lo cierto era que eramos dos mujeres tiradas sobre una cama de dos plazas con una bandeja enorme de maíz sobrecalentado, con una alta cantidad de caramelo encima.... quejándose de su abstinencia sexual.
-Es muy loco todo esto Sil. Ya casi que no quedan hombres hombres. Viste que Ricky Martín también se la morfa... que desconsuelo. Es la primera vez que odio mi concha sin estar en el período.
-Igual lo de Ricky se caía un poco de maduro. Para mí es que la comida está viniendo con hormonas femeninas...
-Vos decís que le ponen colágeno a la comida a propósito?
-No sé si a propósito o no. Pero que ahí debe estar, aunque sea, la punta del hilo para desenredar esta madeja, eso seguro. Y es estrógeno, no colágeno.
-Ahhh -como pororó- mierda Sil -como pororó- estamos perdidas.... nuestra única devoción se convirtió en nuestro enemigo
Y la pregunta era: cómo podemos las mujeres volver a tener lo que nos pertenece. Y ahí nos aterramos por completo: LA PIJA NUNCA NOS PERTENECIÓ, nos adueñamos de un instrumento que ni siquiera estaba en nuestro cuerpo, creamos minifiguritas de silicona para adorarla, hasta intentamos encontrar algo parecido a la pija en nuestro cuerpo....
- Dios Roma, ¿Será ésta la Apocalipsis?
-No lo sé Sil, no lo sé. Pero que tenemos que hacer algo, lo tenemos que hacer...
-¿Armás más pororó?
-De una.
ROMA

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