martes, 1 de febrero de 2011

HOY POR MI MAÑANA POR TI

No todo es gratis en la vida, y mucho menos en mi vida. Mi amiga Sil es una buena persona, atentos a los adjetivos que uso: dije buena, no excelente -aunque para mi las personas excelentes sólo fueron dos: la difunta Correa y Estercita, la mujer que limpiaba los baños en mi colegio secundario-, pero no hace nada sin pedir algo a cambio. Ya me sonaba raro que me ofreciera su departamento sin ningún problema. A los días de convivencia, me enteré que habían despedido a Sil de la panadería en la que trabajaba porque había algunos cálculos que no cerraban del todo bien en relación a los productos: masas finas que faltaban, uno cantidad de panes "vendidos" que no coordinaba con el monto de plata entrante, sandwiches que desaparecían .... Era de imaginárselo.
Entendí perfectamente la indirecta bastante directa de Sil cuando me contó el problema: tenía que conseguirle trabajo en mi actual trabajo. Me puse en movimiento, hablé con mi madre, ella "habló" con el director de la revista y para fin de mes estábamos dos mujeres en la mesa de entrada sentadas frente a un sólo teléfono. Con un sueldo bastante precario, pero sueldo en fin.
Aquí es donde me di cuentan que comenzaban todos mis problemas. Acababa de perder una pareja de más de 10 años, acababa de perder una pareja de más de 10 cojidas -mi último chico, el menor de edad, me dejó porque su madre se enteró de la relación y le regaló un play station con la condición de que dejara de verme- y acababa de ganar una compañía que llevaba ya mucho más de 10 años con intentos fallidos de dietas y con más de 10 novios inventados.
Se me vino una imagen de mí en el futuro y les aseguro que no era para nada prometedora...
ROMA

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