lunes, 30 de enero de 2012

La felicidad a a a -ponganle el ritmo de Palito Ortega-



Esta noche estoy bastante contenta y voy a compartirlo con ustedes. Cuando una está bien, en armonía con una misma y con el mundo, se nota. Es más... la gente lo nota y se acerca más a vos: tenes miles de propuestas, los empleados de comercio te atienden bárbaro, los empleados públicos te atienden al toque, pegas todas las ofertas en el supermercado, los pelos te crecen menos en "esas" zonas... Y sí, no es por alardear, pero con Sil estamos en esa etapa soñada. Creo que la mudanza y el cambio de energías nos favoreció mucho, sumado a las vacaciones hogareñas que nos tomamos. A tal punto, que nos cruzamos ya con varias personas del edificio y les caímos brutales.
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Por ejemplo, hace un rato se fue de casa Sol -la conchuda del ultimo piso-. Super piola resultó ser, aunque eso no quita la cuota de envidia sana y socialmente correcta que le tenemos. Nos pasamos la tarde hablando de moda: a ella le fascinó el estilo "vintage" que le contamos que teníamos, y nos aconsejó volver a él. Nosotras, por nuestra parte, le dimos unos consejitos para ayudarla a ella.
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También Sil estuvo haciendo de las suyas. Me contó que se hizo una nueva amiga, gordita como ella (seguro van a tener más temas en común para hablar que conmigo -no me pone celosa porque sé que eso le hace bien en estos momentos-). Está en mis planes no meterme en su relación, quiero que empiece a tener un circulo de amistades propias y que no dependa tanto de mí. Incluso le dije que la trajera a cenar cuando quiera que yo les hacía algo de comer.
Lo interesante es que ésta chica vive en el cuarto piso -Sil no se acuerda que departamento- por ende, si soy buena con ella me puede espiar a Alan cuando se lo pida.
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La vida comienza a sonreirnos de nuevo. Acá les dejo un dibujo de mí que hice recién. -puede ser que la figura sea un poco subjetiva, pero cuando una esta contenta ve la vida a través de un lente de sol color sepia-.

ROMA.

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